Cuando pensamos en nuestra familia, tenemos que
pensar en la “economía familiar”, y hay que considerar que usted no va a
ser más infeliz por gastar menos y de que la austeridad no es algo triste sino
un estilo de vida que le va a hacer más libre.
Algunos consejos para mejorar la economía familiar
son:
- Antes
de comprar algo, piense dos veces si realmente lo hace por impulso o por
necesidad. Intente convertir este pequeño ejercicio mental en un hábito.
- Explique
a sus hijos lo que es una crisis, implíquelos en el objetivo de ahorrar.
Plantéeselo en forma de competición, ponga en la nevera las facturas de
electricidad, gas o agua del año anterior e intente batirlas. Invéntese un
premio, dígales que si ahorran podrán hacer el viaje que normalmente suelen
hacer en vacaciones.
- No
exija a los hijos medidas de ahorro de un documento que no puedan entender,
implíqueles en medidas sencillas de acuerdo a su edad. Tampoco los subestime:
un niño de 8 años ya puede entender cualquier medida de un documento.
- No
convierta las medidas de ahorro en un motivo de tensión, si quiere implicar a
sus hijos haga que vean positivamente el ahorro.
- Cuando
un niño le sorprenda incumpliendo una de estas medidas no lo minimice, dele las
gracias y les hará ver la importancia del ahorro.
- Cuando
los niños le pidan algo prescindible aprenda a decirles “NO”: les estará
educando la libertad y haciendo más fuertes.
- Destine
una carpeta para guardar las facturas y tiquetes de los aparatos que compra o
no podrá hacer uso de las garantías, algunas duran hasta 2 años.
- Revise las
facturas de suministros, los cargos en el banco y la comisiones bancarias, los
cargos indebidos son desgraciadamente frecuentes.